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Qué es decretar a una persona con metafisica

En el ámbito de la metafísica, decretar a alguien es una práctica antigua y profunda que se utiliza para enviar energías positivas a una persona. El decretar es una forma de oración muy específica, que se enfoca en descubrir y liberar los recursos naturales y espirituales dentro de una persona para que florezca con la ayuda de la fuerza de la energía cósmica. Esta práctica se utiliza para ayudar a las personas a mejorar su salud, abrirse a la abundancia y alcanzar el equilibrio emocional. En este artículo, discutiremos qué es decretar a alguien con metafísica, los beneficios que tiene, cómo hacerlo y cualquier precaución que se deba tomar.

¿Qué es decretar en metafisica?

En metafísica, decretar se refiere a la creación de leyes naturales o principios por alguien con el poder de hacerlo. Estas leyes o principios son una forma de ordenar y controlar el universo. Estas leyes se consideran generalmente inmutables y son creadas para servir como una forma de hacer que el universo funcione como una unidad. Estas leyes son vistas como algo natural y no como algo creado por el hombre. Estas leyes son consideradas como la base de la realidad y están relacionadas con el concepto de la causalidad.

¿Qué es decretar a una persona según la ley de la atracción?

En el contexto de la Ley de la Atracción, decretar a una persona significa visualizar y enfocarse en las cualidades y características positivas de una persona en lugar de enfocarse en lo negativo o desagradable. Al hacerlo, uno está emitiendo una vibración positiva que atrae más de esas cualidades y características a la experiencia de vida de uno. Por lo tanto, decretar a una persona en la Ley de la Atracción es un acto de enfoque positivo y de emisión de energía vibracional para atraer aquello que se desea en relación con esa persona.

¿Que decir para decretar o asumir en metafísica?

En metafísica, para decretar o asumir es importante utilizar afirmaciones positivas y en presente, como si lo que se desea ya hubiera sucedido. Es importante enfocarse en la energía positiva y en la confianza en que lo que se está decretando o asumiendo ya es una realidad.

¿Qué quiere decir la palabra decretar en metafísica?

En metafísica, decretar se refiere a la creación de leyes naturales o principios por alguien con el poder de hacerlo. Estas leyes o principios son una forma de ordenar y controlar el universo. Estas leyes se consideran generalmente inmutables y son creadas para servir como una forma de hacer que el universo funcione como una unidad. Estas leyes son vistas como algo natural y no como algo creado por el hombre. Estas leyes son consideradas como la base de la realidad y están relacionadas con el concepto de la causalidad.

Es evidente que la metafísica es una herramienta útil para ayudar a las personas a mejorar su vida y realizar acciones que contribuyan al bienestar. La metafísica ofrece una forma de ver el mundo y de comprender la conexión entre los seres humanos y el universo. Al decretar a una persona con metafísica, se está dando una oportunidad para encontrar respuestas a los problemas cotidianos, así como para tener una visión más profunda de la vida.

Decretar a alguien con metafísica es una forma de reconocer el valor de la metafísica y su poder para transformar la vida de las personas.

Al reconocer el poder de la metafísica, uno puede tomar medidas para mejorar su vida y avanzar hacia la plenitud.

21 decretos en base a Qué es decretar a una persona con metafisica

  1. Soy capaz de ver el lado positivo de las personas y situaciones.
  2. Me enfoco en las cualidades y fortalezas de las personas, incluyendo las de aquella que me molesta o incomoda.
  3. Elijo ver a la otra persona con amor y compasión, sin juzgarla.
  4. Acepto que cada persona es única y tiene su propia historia, por lo que no puedo esperar que sea como yo quiero.
  5. Me libero del rencor y el resentimiento hacia la otra persona, y perdono las situaciones pasadas.
  6. Confío en que cada experiencia me enseña algo valioso, incluso si inicialmente me resulta difícil de aceptar.
  7. Soy agradecido por las personas que están en mi vida, incluso si no siempre estamos de acuerdo.
  8. Respeto la opinión de la otra persona, incluso si difiere de la mía.
  9. Busco comunicarme de manera clara y respetuosa con la otra persona, expresando mis necesidades y escuchando las suyas.
  10. Me enfoco en lo que puedo hacer para mejorar la relación con la otra persona, en lugar de esperar que ella cambie.
  11. Cultivo la empatía hacia la otra persona, tratando de entender su perspectiva.
  12. Suelto el control sobre la situación y confío en que todo se desarrollará para mi bien mayor.
  13. Agradezco las oportunidades que se me presentan para crecer en amor y sabiduría.
  14. Reconozco que todas las personas tienen una luz interior que merece ser respetada y amada.
  15. Me enfoco en la solución de los problemas en lugar de centrarme en los errores de la otra persona.
  16. Me abro a nuevas formas de ver a la otra persona y a mí mismo en la relación.
  17. Me siento seguro y confiado en mi capacidad de establecer relaciones saludables y amorosas.
  18. Me libero de los patrones negativos de pensamiento y comportamiento en las relaciones.
  19. Me enfoco en el amor incondicional y la compasión hacia mí mismo y hacia los demás.
  20. Acepto que no siempre puedo controlar las situaciones o la otra persona, pero sí puedo controlar mi propia reacción y comportamiento.
  21. Confío en que la relación con la otra persona mejorará a medida que yo cambie mi propia actitud y perspectiva.

Espero que estas afirmaciones te sean útiles para lograr lo que buscas. Recuerda que siempre es importante hacer este tipo de prácticas con intención positiva y amor incondicional.

Te dejo otros 21 decretos con estas directrices que no se hayan hecho antes y en base a qué es decretar a una persona con metafísica debido a la importancia que tiene:

  1. Reconozco el valor de cada persona en mi vida y les envío amor y gratitud.
  2. Me enfoco en las cualidades positivas de las personas, incluso si en ocasiones me resulta difícil encontrarlas.
  3. Acepto que cada persona es única y merece amor y respeto incondicional.
  4. Elijo ver a los demás con compasión y sin juzgarlos.
  5. Suelto la necesidad de controlar a los demás y confío en que el universo tiene un plan perfecto para cada uno.
  6. Acepto que no siempre puedo cambiar a los demás, pero sí puedo cambiar mi propia actitud y perspectiva hacia ellos.
  7. Me enfoco en construir relaciones saludables y amorosas con las personas que me rodean.
  8. Agradezco las lecciones que aprendo de las relaciones difíciles y las uso para crecer y evolucionar.
  9. Suelto el pasado y perdono a las personas que me han lastimado.
  10. Me enfoco en el presente y en cómo puedo crear una relación más positiva con las personas en mi vida.
  11. Respeto la opinión de los demás.
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